AFIDOS

Todos los frutos afectados por ácaros son DESTRÍO.
 

 Morfología

 Pulgón de verano - Aphis gossypii

 Afido verde del manzano - Aphis pomi

Importancia:

Es una de las plagas más conocidas del manzano. Está provocada por un pequeño insecto chupador que vive a expensas de los jugos que extrae de los brotes tiernos.

Síntomas y biología:

Los pulgones pasan el invierno en forma de huevos agrupados sobre brotes del año y en rugosidades de la corteza. Dichos huevecillos, que son negros brillantes y un tanto alargados, avivan en primavera para producir hembras sin alas llamadas fundadoras. Éstas se reproducen sin intervención de macho, fenómeno que se llama partenogénesis, y además son vivíparas, es decir, paren jóvenes larvas. Se van sucediendo generaciones de hembras partenogenéticas alternando formas sin alas y formas aladas; estas últimas contribuyen a dispersar la plaga de un árbol a otro. En otoño aparece una descendencia de machos y hembras. Las hembras ovíparas, tras ser fecundadas por el macho, ponen los huevos de invierno cerrándose así este original y complicado ciclo biológico. La reproducción de los pulgones es muy activa y sus daños pueden llegar a ser graves puesto que provocan deformaciones en brotes y hojas. La presencia de hormigas puede ser un indicio de que existe pulgón en las plantaciones ya que aquellas buscan ávidamente el jugo azucarado que los pulgones segregan. Sobre dicho jugo se desarrollan una serie de hongos saprófitos de color negro que cubren los órganos vegetales afectados y que se conoce comúnmente como "negrilla".

Control:

Habría que intervenir, hacia principios de verano, si se observaran más del 25% de brotes parasitados. Se pueden utilizar insecticidas a base de imidacloprid, pirimicarb, etc. Tener en cuenta a la hora de utilizar los productos el que sean respetuosos con la fauna auxiliar, ya que es muy numerosa.

Materias activas que luchan contra la plaga o enfermedad:

Aceite de invierno - huevos de invierno

Imidacloprid

Pirimicarb

Fuente: http://www4.gipuzkoa.net/Corporac/Agricultura/Manzanos/esp/01.htm

DESCRIPCIÓN
Los huevos son delgados y negros. Al igual que otras especies de áfidos que atacan a los árboles frutales, sólo se encuentran en invierno. Las ninfas son de color verde claro con antenas de tamaño medio (en comparación con las antenas del áfido grano del manzano y áfido rosado). La punta de las antenas, patas y cornículos son negros. Los adultos tiene la cabeza y el tórax negro y el abdomen es verde amarillento. Miden 3 mm de largo. Los adultos pueden ser alados y sin alas. Las formas aladas tienen una mayor capacidad para colonizar nuevos sitios.

CICLO BIOLÓGICO
El áfido verde del manzano inverna como huevo en espolones y brotes en latencia. Los huevos eclosionan cuando el manzano está en la etapa de punta plateada a la de punta verde. Al igual que las demás especies de áfidos que se incluyen en este manual, después de la salida de los huevos en primavera, las hembras de todas las generaciones producen ninfas vivas (no huevos) en primavera y verano. En agosto empiezan a producir huevos invernantes. Esta plaga puede desarrollar más de 9 generaciones al año (una generación cada 2 semanas, en promedio) desde abril a septiembre.

DAÑO
Por lo general, no ocasiona daño al alimentarse en los árboles, excepto en árboles jóvenes cuando la infestación es severa y se prolongue por muchas semanas. El daño más importante lo causa la mielecilla excretada por los áfidos, la que puede ser colonizada por un hongo negro al punto de que cubre la cavidad del pedúnculo, y es posible que el lavado mecánico en la casa empacadora no remueva, afectando la calidad comercial de la fruta. La mielecilla también se puede convertir en una molestia para los trabajadores durante el raleo de frutos y en la cosecha.

ENEMIGOS NATURALES
Los depredadores comunes de los áfidos incluyen a las catarinitas, larvas de la mosca de las flores y mosquito cecidomido, crisopas y chinches depredadoras (Deraeocoris y chinche pirata). También existe una avispita que puede parasitar al áfido verde del manzano, provocando que el cuerpo se hinche y oscurezca. Sin embargo este parásito no puede completar su ciclo biológico en esta especie de áfido, por lo que no hace orificio de salida en los mismos.

MONITOREO
Muestrear 30 árboles como mínimo y anotar la información como porcentaje (%) de brotes con cierto número (“x”) de hojas terminales infestadas. Por ejemplo: si en cada árbol se muestrearon 10 brotes con 3 o 4 hojas y cinco brotes tuvieron colonias de pulgones, entonces el 50% de los brotes con 3 o 4 hojas están infestados; o bien, si se muestrean 10 brotes de 4 o más hojas y de éstos ocho tienen áfidos, entonces el 80% de los brotes con 4 o más hojas están infestados. También se puede utilizar el siguiente criterio: contar el número de brotes con 0 a 1 hojas infestadas, brotes con 2 a 3 hojas infestadas y 4 o más.

UMBRALES DE ACCIÓN
Los umbrales varían de acuerdo con la variedad y estructura del árbol. Por ejemplo, huertas con árboles viejos de variedades Delicious pueden tolerar de 50 a 80% de brotes, con 4 o más hojas infestados con áfidos. Las huertas con árboles jóvenes tienen los umbrales más bajos: 25 a 50% de brotes con 2 a 3 hojas infestados con áfidos. Además, se debe considerar lo siguiente: las variedades de piel clara como la Golden Delicious y Granny Smith tienen poca tolerancia al hongo negro en la cavidad del pedúnculo. Se debe revisar si la fruta está cubierta con mielecilla y monitorear las poblaciones de depredadores en la huerta.

Fuente: USDA Risk Management Education Partnership.

 Pulgón ceniciento - Dysahpis plantaginea

 Pulgón de primavera - Dysahpis pyri

Importancia:

Es una de las especies más perjudiciales para el cultivo del manzano, especialmente temible por los daños que ocasiona en primavera con sus picaduras, que llegan a arrugar y deformar las hojas y frutos jóvenes. Una escasa población activa en la época de floración puede determinar una importante depreciación de la cosecha.

Síntomas y biología:

Es un pequeño insecto de color gris ceniza recubierto de un polvillo blanco, cuyo ciclo biológico es parecido al del pulgón verde, con la diferencia de que, en este caso, los machos y hembras de la primera generación tienen alas y contribuyen a expandir la plaga entre los manzanos. Las hembras aladas de principios de verano no contribuyen a dispersar la plaga sino que emigran a otras especies vegetales, concretamente al llantén, donde siguen evolucionando hasta el otoño en que regresan al manzano en forma de hembras sexúparas aladas que engendrarán machos y hembras, las cuales depositarán los huevos de invierno. Esto nos indica una vez más la importancia de un buen diagnóstico. En efecto, cuando en primavera-verano se empiezan a ver formas aladas en una población de pulgón ceniciento deben suspenderse los tratamientos ya que la comunidad se está preparando para emigrar al llantén; si se tratara del pulgón verde habría que continuar con las medidas de control ya que esas mismas formas aladas aparecen, no para emigrar sino para dispersarse por los manzanales. Las hembras fecundadas depositan sus huevos de forma aislada, a diferencia del pulgón verde que lo hace en grupo. Al igual que este último, el pulgón ceniciento segrega también abundante melaza que atrae a las hormigas. Es frecuente el observar fauna auxiliar sobre las colonias de pulgón ceniciento.

Control:

El control del pulgón ceniciento se basa en actuar sobre las hembras fundadoras, desde que se observe la aparición de las primeras colonias. Según la incidencia de la plaga habrá que realizar una o más aplicaciones. Es importante proteger los frutos de las deformaciones, por lo tanto, en presencia de pulgones, realizar otro tratamiento a caida de pétalos. Para su control se aconsejan productos a base de imidacloprid o de pirimicarb.

Materias activas que luchan contra la plaga o enfermedad:

Aceite de invierno huevos de invierno

Imidacloprid pulgones, cicadélidos, minadoras

Pirimicarb.

Fuente: http://www4.gipuzkoa.net/Corporac/Agricultura/Manzanos/esp/01.htm

DESCRIPCIÓN
Las ninfas tienen cornículos largos y antenas casi tan largas como la mitad de su cuerpo. Recién emergidas son verde oscuro, posteriormente cambian a café rosado o púrpura. Los adultos alados son de color verde cafesoso a negro y miden alrededor de 2 milímetros de largo.

CICLO BIOLÓGICO
En primavera, las ninfas recién emergidas se alimentan de yemas en expansión y después se pasan a las hojas de los racimos de frutos en desarrollo. Tan pronto como los botones de las flores empiezan a separarse, los áfidos bajan al interior de éstos y son difíciles de ver hasta la etapa de caída de pétalo. Esta plaga coloniza las hojas jóvenes a medida que éstas se abren y se extienden. La saliva de los áfidos es tóxica a la planta hospedante, la cual provoca una distorsión de las hojas a medida que crecen lo que ocasiona que no se extiendan y por lo tanto hay una reducción foliar. El áfido rosado pasa por varias generaciones sobre el manzano. A fines de junio o en julio se presentan las formas aladas y éstas emigran a la maleza.

DAÑO
De las especies de áfidos que atacan al manzano, el áfido rosado es el que más daño ocasiona, ya que se alimenta de hojas y frutos. Esta plaga provoca deformaciones en los brotes, lo que es indeseable en árboles jóvenes. La fruta dañada es pequeña y deforme. Por otro lado, la mielecilla producida por los áfidos cae a la fruta y en ella se desarrolla un hongo negro.

ENEMIGOS NATURALES
La plaga es atacada por los mismos depredadores del áfido verde del manzano. Además algunas especies de avispitas parásitas pueden ser importantes.

MONITOREO Y UMBRAL DE ACCIÓN
Durante la floración, se recomienda buscar en los racimos de flores. De la etapa de caída de pétalo a junio se debe buscar por brotes infestados. Si en mayo, en una muestra de 30 árboles, se detecta que 5% o más de los árboles están infestados por áfidos, se recomienda hacer una aplicación de control.

Fuente: USDA Risk Management Education Partnership.

 Afido lanígero del manzano  - Eriosoma lanigerum

Es el enemigo más peligroso de este frutal. De froma ovalada, color achocolatado, con el cuerpo recubierto por una secreción cerosa en forma de filamentos de 3 a 4 mm de longitud.

Tiene de 12 a 14 generaciones partenogenéticas, que se amontonan sobre las ramas, los brotes del año e incluso los troncos.

Durante el invierno sólo se encuentran hembras sin alas, situadas sobre ramas y troncos. En suelos arenosos y secos emigran a las raíces.

Las picaduras provocan en la madera unos tumores o chancros que pueden alcanzar el tamaño de una nuez. El árbol se debilita y puede morir.

Importancia:

Este pulgón, frecuente en nuestros manzanales, causa daños importantes llegando a debilitar y deformar, notablemente, las partes leñosas del árbol.

Síntomas y biología:

El insecto es fácil de reconocer por la pelusa algodonosa que le cubre. Vive sobre ramas, cuellos o raíces provocando con sus picaduras la formación de tumores, voluminosos a veces, que dificultan la circulación de la savia. Inverna en estado larvario en las rugosidades del tronco, chancros y, a veces, sobre las raíces gruesas en la proximidad del cuello. En primavera, las larvas evolucionan a hembras adultas sin alas que invaden los brotes y se multiplican por partenogénesis en sucesivas generaciones, hasta unas diez en todo el ciclo, formando nuevas colonias. En verano continúa la multiplicación, al tiempo que aparecen hembras aladas que contribuyen a dispersar la plaga a manzanales vecinos. En otoño aparecen las hembras que dan lugar a los individuos ápteros invernantes.

Control:

El control de la plaga es difícil y laborioso, debiendo conjugarse medidas preventivas y curativas. Así, se recomienda el empleo de plantones sanos y de variedades y patrones tolerantes:entre las variedades destaca la sensibilidad de Reina de Reinetas; entre los portainjertos M9 y M26 son sensibles; los Francos, medianamente sensibles; M7 poco sensible; M25, MM106 y MM111 ofrecen buena resistencia. Se recomienda, asimismo, la elección de suelos con buen drenaje y la destrucción de los ejemplares con invasiones intensas. En primavera, antes de la floración, se podrá aplicar un tratamiento a base de vamidotion (aplicar sólo sobre el tercio inferior de los árboles). Evitar realizar tratamientos posteriores, de esta manera se protege la fauna útil efectiva contra el pulgón lanígero. Existe posibilidad de control natural de esta plaga por medio de un pequeño himenóptero beneficioso, Aphelinus mali, el cual puede llegar a reducir las poblaciones de pulgón lanígero a niveles pocos nocivos.

Materias activas que luchan contra la plaga o enfermedad:

Vamidotion.

Fuente: http://www4.gipuzkoa.net/Corporac/Agricultura/Manzanos/esp/01.htm

DESCRIPCIÓN
Estos áfidos están cubiertos por una secreción cerosa blanca, que tienen un aspecto de pequeñas bolitas de algodón. El cuerpo es de color café-rojizo o morado y mide 3 mm de largo. El áfido lanígero puede colonizar la raíz, el tronco y las ramas de manzano. Esta especie generalmente se localiza en heridas de poda de años anteriores, cicatrices y en las axilas de hojas.

CICLO BIOLÓGICO
Invernan en estado de ninfa en la raíz del manzano, o inclusive en el tronco y ramas. Este áfido no se ha visto en estado de huevo. A medida que la temperatura se vuelve cálida en primavera, las hembras de la generación invernante producen ninfas vivas que emigran hacia abajo y arriba de los árboles. De mediados a fines del verano las poblaciones son más grandes y más visibles en los árboles.

DAÑO
Al alimentarse, el áfido lanígero provoca hinchamientos o agallas en ramas y raíces. Es capaz de matar raíces y madera fructífera (espolones) en el árbol. La mayoría de los portainjertos o patrones son susceptibles al daño, aún cuando los portainjertos MM 106 y MM 111 fueron desarrollados para ser resistentes a esta plaga. Como los otros áfidos, el áfido lanígero secreta mielecilla que puede manchar la fruta. A altas poblaciones de esta plaga los árboles se vuelven pegajosos, lo que es una molestia para los trabajadores durante la cosecha. Además el áfido lanígero del manzano puede facilitar la dispersión del cancer perenne.

ENEMIGOS NATURALES
La avispa parásita Aphelinus mali regula eficientemente las poblaciones de áfidos lanígeros. Desgraciadamente, casi todos los insecticidas son tóxicos a Aphelinus. También las catarinitas, larvas de la mosca de las flores, crisopas y la chinche Deraeocoris depredan eficientemente al áfido lanígero.

MONITOREO
Durante el período de latencia tardía de los árboles se debe buscar áreas blanquecinas en los troncos y ramas del árbol que indican la presencia pasada o presente de infestaciones de la plaga. Se sugiere poner atención especialmente en cicatrices de poda y grietas en la corteza de tronco y ramas. Se debe examinar el área de la corona de la raíz en búsqueda de ninfas vivas.
En junio, en huertas con historial de incidencia de áfidos lanígeros, se recomienda buscar colonias pequeñas en formación entre las axilas de las hojas, chupones y brotes. Se deben inspeccionar 25 árboles (sólo por un lado), o bien 100 chupones en árboles vigorosos. Si se encuentran colonias de áfidos se debe continuar el monitoreo en las siguientes semanas para detectar parasitismo por Aphelinus mali y la presencia de depredadores.

Fuente: USDA Risk Management Education Partnership.

 Pulgón [Rhopalosiphum insertum]

DESCRIPCIÓN
Las ninfas y los adultos son de color verde. Tienen antenas cortas que se extienden hacia atrás a sólo a una tercera parte del cuerpo. Las patas y cornículos también son cortos de color muy oscuro. A medida que los áfidos crecen se hace visible una banda verde oscura sobre el abdomen, lo que ayuda a distinguirlos de otras especies de áfidos.

CICLO BIOLÓGICO
Esta es la especie más común de los áfidos y el primero que se observa en el manzano a principios de primavera. Tiene varias generaciones al año; las dos primeras son ápteras (sin alas). La tercera generación desarrolla formas aladas, las cuales a finales de mayo empieza a emigrar de los árboles a los pastos de verano. Para junio todos los áfidos alados abandonan los árboles. Regresan al manzano a fines de otoño para depositar huevos.

DAÑO
Por lo general no ocasiona daño, a menos que las infestaciones sean severas y los áfidos se alimenten directamente de la fruta. En árboles de vivero, altas densidades de áfidos pueden causar daño. En la mayoría de los casos se recomienda no realizar aplicaciones de pesticidas debido a que estos áfidos son fuente de alimentación que atrae a los depredadores a las huertas.

Fuente: USDA Risk Management Education Partnership.

 Control

No hay control postcosecha.

Retirar los frutos afectados